Como comentamos en el post pasado, Acteco, 20 años trabajando en Economía Circular, la Economía Circular está siendo y será fundamental para preservar la salud del planeta, generar un mayor número de empleo y reutilizar los productos en lugar de eliminarlos. Sin embargo, en la actualidad la mayor parte de la economía mundial es lineal. Con ella se gastan ingentes cantidades de materias primas que se convierten en productos que terminan su vida útil cuando ya no ofrecen su función principal al consumidor y, por lo tanto, son eliminados. Para evitar el malgasto de estos productos y su correspondiente contaminación, surge la Economía Circular.

Para que este sistema funcione, es necesario que los bienes sean diseñados para ser reutilizados, siguiendo el concepto de las 7Rs: Reciclar – Rediseñar – Reducir – Reutilizar – Reparar – Renovar – Recuperar. Este proceso se puede implementar gracias al Ecodiseño.

 

¿Qué es el Ecodiseño y por qué es tan importante?

Las personas, mucho más concienciadas tanto con el medio ambiente como con la sociedad y la forma de elaboración de los productos, están cambiando sus hábitos de consumo a un consumismo que respete los derechos humanos y medioambientales. Es por eso que el Ecodiseño debe reforzarse ahora más que nunca para ofrecer lo que la sociedad está demandando, y para evitar la contaminación de residuos desde el diseño del producto, preservando así el valor de los recursos en la economía.

El objetivo principal de este tipo de diseño consiste en disminuir los impactos ambientales del producto en las diferentes fases de su ciclo de vida, desde la producción hasta la eliminación del mismo.

El ecodiseño permite obtener productos industriales que sean compatibles, respetuosos y armónicos con el medio ambiente; en otros términos, da lugar a productos sostenibles de principio a fin. Abre nuevas oportunidades a la mejora y definición del rediseño de productos, así como la generación de nuevos bienes y servicios, permitiendo a los diseñadores cuestionar las fortalezas del producto (funcionales, ergonómicas, estructurales, financieras y sociales). Todas las fases del ecodiseño están ajustadas a criterios ecológicos y sostenibles: concepción, desarrollo y producción, distribución, consumo y reciclaje.

Beneficios del Ecodiseño

Las características del diseño de productos sostenibles son ya de por sí beneficios para el medio ambiente, para las empresas y para la sociedad en general. Gracias al ecodiseño se emplean menos cantidades de materiales en la producción de los bienes, los cuales son fáciles de reciclar a causa del uso de materiales biodegradables y duraderos, son multifuncionales porque deben ser aptos para diversos usos, y se innova en tecnología ayudando a mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de los productos.

  • Optimiza la calidad de los productos y aumenta su vida útil gracias a su versatilidad y duración.
  • Los artículos son más atractivos, por lo que los consumidores se muestran más satisfechos.
  • Da lugar a una producción más eficiente.
  • Reduce costes de producción como el ahorro de energía y el menor uso de recursos naturales y materias primas, así como los costes de manipulación de residuos y desechos.
  • Disminuye las emisiones de CO2.
  • Los productos, al ser sostenibles, cuentan con este valor añadido que la competencia no presenta.
  • Las empresas e industrias son más sostenibles debido a su gran capacidad de innovación y compromiso con el medio ambiente.

 

Según la Comisión Europea, «más del 80% de los impactos ambientales de un producto se determinan en su fase de diseño».

 

El gran beneficiado de la economía circular y el ecodiseño es el medio ambiente, pero también la figura de los diseñadores y las empresas. A los primeros les permite potenciar su creatividad teniendo que pensar en todo el ciclo de vida del producto. Y las segundas se fundamentan en la sostenibilidad de sus bienes y/o servicios ofreciendo a los usuarios un concepto más emocional y vinculado con sus ideales, donde lo que se vende no es la propiedad del producto sino su uso.

En definitiva, mejorará la calidad de vida de millones de personas, reducirá la pobreza y abaratará los costes económicos, ambientales y sociales.